Historia de Los Golfines
Según la Sala de Armas (s. XVI) Pedro Domingo Golfín, señor de Torre Arias, es el primer Golfín del linaje en Cáceres. Sin embargo, ya en la segunda mitad del S.XIII, aparece documentado Alfón Pérez Golfín casado con María Gómez Tello de los que descienden los integrantes de esta familia asentada en Cáceres.
A finales del siglo XV la familia se fragmenta en dos ramas; el primogénito, señor de Torre Arias, edifica su casa palacio de los Golfines de Abajo y su hermano, señor de Casa Corchada, el de Golfines de Arriba cercano a la Plaza de San Mateo.
A principios del S.XVIII, las dos ramas vuelven a unirse por enlace matrimonial de sus primogénitos, García Manuel Golfín del Águila y Juana María Golfín y Solís.
En el siglo XVIII, Pedro Matías Golfín se casa con María Francisca Colón de Larreátegui, a quien en 1761 el rey Carlos III concede el título de Condesa de Torre Arias, convirtiéndose así el antiguo señorío de Torre Arias en condado.
En 1788, Pedro Cayetano Golfín y Colón contrae matrimonio con María Asunción de las Casas y Mendoza, IV Marquesa de Santa Marta. Considerado en su época “ricohombre” de Extremadura ayudó enormemente al pueblo durante la guerra de la Independencia contra los franceses.
A mediados del siglo XIX, María de la Concepción Gordón y Golfín contrae matrimonio con Enrique Pérez de Guzmán el Bueno y Gallego, caballero cordobés, hijo de los Condes de Villamanrique del Tajo. Descendientes del defensor de Tarifa y de Leonor López de Córdoba, consejera íntima de la reina Catalina de Lancaster.
Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y Seebacher nació en San Sebastián el 26 de octubre de 1923, aunque residió en Madrid toda su vida. Tras el fallecimiento de su padre, Alfonso Pérez de Guzmán el Bueno y Salabert, hereda los títulos y el patrimonio familiar. Al no haber descendencia de su matrimonio con Julio Peláez Avendaño deciden constituir una fundación. De esta forma se conserva el patrimonio familiar, poniéndolo al servicio de la sociedad con numerosas iniciativas.